En este día de Navidad resuena el evangelio de Juan que hemos leído en las comunidades cristianas...
"EN LA PALABRA ESTABA LA VIDA Y ERA LA LUZ DE LOS HOMBRES......VINO A LOS SUYOS Y LOS SUYOS NO LA RECIBIERON...."
Navidad.....Encuentro, familia, fraternidad, mesa compartida, regalos,.........Hay vida, amor y bendición en todo ello.
Pero no puedo dejar de pensar en puertas cerradas..........No, aquí no....No, hoy no......No tú no......Es que no tengo sitio......además a los míos no les gustaría......¿no lo entiendes?.....Vente mañana si eso.....
Cerramos puertas a Aquél que también nace en los pesebres de la historia y que son muy distintos del pesebre del belén de nuestro salón, con luces, espumillón, y una escena familiar tierna. La Palabra, Jesús, también nace en los pesebres oscuros, sucios, paupérrimos, asfixiantes, enfermos, desesperanzados...porque es en ellos donde se busca una buena noticia que parece no llegar...como los pastores, sin derecho alguno, marginados del resto, anawin...
Y es precisamente en estos pesebres dónde nos llama Jesús a buscarle.
No dejo de pensar en las puertas cerradas a los refugiados.....gente que huye con su familia de sus casas, que deja todo lo que tiene....para alejarse de las bombas, de las balas, de la muerte.....y que llega a países en dónde les dicen que no........No aquí no,......no tenemos sitio......
No puedo olvidar la imagen de las balsas llenas de inmigrantes y refugiados, navegando a la deriva hasta ser tragados por las olas y morir, o hasta ser rescatados y almacenados en campos de refugiados durante años.......No, vosotros no....No tenemos sitio....
Sólo quiero cambiar mi mirada de tanta luz artificial, de tanta incitación a consumir, de tanto santa claus, y tanto regalo obligatorio.....e intentar descubrir en la Navidad a un Padre que nos da lo mejor que tiene, a Jesús, para decirnos que Él nace en cada pesebre de la historia pero primero en aquellos que más le necesitan.
Nos dice que no puede entrar en posadas cerradas, en casas llenas y suficientes, en corazones que creen no necesitar sanación.
Nos dice que abramos nuestras puertas a los que a nuestro lado necesitan pan, cariño, escucha, aire fresco, palabras de esperanza o un abrazo para volver al camino.
Navidad son puertas abiertas a Dios con nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario