SOMOS



Cristianos.
Sólo eso.
Llamados por el Maestro a seguirle.
Desde distintas comunidades cristianas.
Son Iglesias hermanas.
Separadas por lo accesorio.
Y unidas en el centro, como radios de rueda confluyentes.
Unidas en Jesús, el Cristo.
Con la voluntad y la necesidad de encontrarnos en El.
Porque creemos que la gloria del Padre es que sus hijos estén unidos.
Sabemos que sólo El tiene el poder de juntarnos olvidando lo que nos separa.
En Taizé ha sido posible. Aquí, ¿por qué no?

Quienes se apunten a este camino,
quienes queráis regar esta semilla
...pasad y sentaos.




martes, 1 de julio de 2014

Último encuentro del curso

Última oración del presente curso, poquita gente pero no por ello ha dejado de ser importante el encuentro. Juntarnos en torno a Dios siempre es...agradable y el viernes, cómo no, también lo fue. Acompañados de una preciosa oración nos ponemos en manos del Padre y nos abandonamos a su presencia. Se nos presenta un pasaje del evangelio ante el que hay que dejar de respirar, pensar... y dejarse llevar por él:  Marcos 4, 35-41.

Muchas veces, demasiadas, hemos estado en esa barca, en medio de fantasmagóricas olas, moviéndose la embarcación como una mota de polvo en un vendaval; el miedo nos atenaza, nos oprime el pecho y no podemos respirar...el siguiente segundo no acaba de llegar...todo se vuelve oscuro y nuestros miedos se convierten en amo y señor de todo lo que somos. Él está con nosotros, acurrucado en la proa del bote, hecho un ovillo, pero sus ojos nos miran y su sonrisa, cual oasis en un desierto infernal, nos reconforta. Nuestros ojos se encuentran con su mirada y sentimos una paz...como la de un aprobado ante la última oportunidad. Levanta sus brazos y alza la voz...¡¡Viento, cállate!!.

Todo es paz... Ha pasado lo peor...Debemos de confiar en el amor del Padre-Madre...Esa confianza hay que trabajarla para que fluya, cual nuevo idioma. Con el paso del tiempo, la esperanza se transforma en camino haciendo realidad el encuentro con el Padre día a día...

Las canciones de la oración: "Nada te turbe", "Ubi caritas", "El Señor te restaura"...nos alegraron la tarde y terminamos entre museos disfrutando de la cháchara y la siempre agradable compañía.

Tú eres el camino que busco, la vida de verdad...
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                            Eleder