SOMOS



Cristianos.
Sólo eso.
Llamados por el Maestro a seguirle.
Desde distintas comunidades cristianas.
Son Iglesias hermanas.
Separadas por lo accesorio.
Y unidas en el centro, como radios de rueda confluyentes.
Unidas en Jesús, el Cristo.
Con la voluntad y la necesidad de encontrarnos en El.
Porque creemos que la gloria del Padre es que sus hijos estén unidos.
Sabemos que sólo El tiene el poder de juntarnos olvidando lo que nos separa.
En Taizé ha sido posible. Aquí, ¿por qué no?

Quienes se apunten a este camino,
quienes queráis regar esta semilla
...pasad y sentaos.




sábado, 28 de noviembre de 2015

Llegan a nuestra orilla

Ayer se llenó la sala. Creo que habrá que usar la moqueta para sentarse dentro de poco. Pero eso es motivo de alegría. A pesar de eso me quedó al salir una sensación agridulce por un comentario que se hizo que, aunque respetable, no aportaba más que polémica a una oración que no la necesitaba.
No es sencillo preparar una oración coherente, hilada, en texto e imágenes. Incluidas las peticiones, oraciones de perdón o gracias, que inician la oración compartida. Lleva tiempo y reflexión. Y obviamente se hace con espíritu de servicio, para que motive y ayude a orar.
Lo que en ella se ofrece puede o no puede ayudar a cada uno. Puede que nos sirva mucho un trocito y nada otros, pero eso es así en muchos otros textos religiosos y en otros órdenes de la vida.
La sabiduría será aprovechar lo que me llega más dentro y olvidarme de lo que no me toca o con lo que no estoy de acuerdo.

El tema de la oración preparada este mes eran los refugiados e inmigrantes. Líbreme Dios de subestimar lo que algunos hacen en esta cuestión, pero en lo que a mí respecta creo que podría hacer más. Que alguno está satisfecho con lo que hace, pues perfecto. Yo me juzgo a mí mismo, que aunque vivo el problema de cerca en Cáritas, siento que se puede apostar más fuerte. En este asunto o en muchos otros sufrimientos.
A nuestra orilla, a nuestra puerta, nos llegan, si estamos atentos, muchas posibilidades de ayudar. La última petición de perdón quería expresar esto.
"También es así a nuestro lado, Padre. Llegan a nuestras vidas personas necesitadas de acogida, de pan, o de palabra, o de escucha, o de caricias. Llegan a nuestra orilla los gritos de los que se ahogan y sólo nos lamentamos de lo mal que está todo en el mundo y de lo poco que hace el gobierno. Pero es mi puerta la que se me ha llenado de cadáveres por los cuales no hice nada."        (la oración entera está colgada en Archivo de oraciones a la derecha)
Será el banco de alimentos que este mismo fin de semana nos pide que seamos generosos donando parte de nuestra compra, será el inmigrante que se asoma a las basuras para recoger lo que nosotros tiramos, será la vecina mayor que vive sola y que va al súper todos los días a encontrarse con conocidas para poder contar sus cosas, será el abuelo que tenemos en la residencia que se muere de tristeza porque nadie va a verle y escucharle, será la familia que no enciende la calefacción este invierno porque apenas puede ni hacer tres comidas dignas, serán los desahuciados de nuestro barrio, o los sin techo que duermen en los cajeros de nuestras calles.....
Evidentemente la palabra cadáveres es provocativa, para eso está puesta. Pero supongo que también nos provocan en la tele las imágenes del éxodo de familias sirias, las pateras atestadas de emigrantes, los niños que mueren de hambre en Africa, etc, etc. 
¿Son o no mis cadáveres? Cada uno verá. Como todo en la vida supongo que depende del nivel de autocrítica y exigencia de cada uno.



domingo, 1 de noviembre de 2015

Dichosos los limpios de corazón

Hemos tenido nuestro primer encuentro del curso. Nos encontramos muchos de los asiduos y los históricos. Cantamos, oramos, compartimos,...en torno al Dios de Jesús. Y hasta lo hicimos en dos lenguas como en Taizé!
Cada viernes, cuando miro el grupo que nos juntamos, siento que es una bendición que un grupo con gente distinta en espiritualidad, en teología o en compromisos, se encuentre, y de forma fresca y espontánea, comparta su oración y en ocasiones parte de su vida.
Gracias Padre por éste y por tantos grupos que, al aire de Taizé, se juntan para alabarte.

A menudo charlo con una madre boliviana que conozco hace años. Y en nuestra primera oración del curso era su rostro, su sonrisa y sus ojos los que no podía dejar de ver. Cuando hablo con ella veo en sus ojos una mirada limpia. En sus palabras ves que para ella todo es bueno, nunca habla mal de nadie y todo lo que le pasa lo vive con una sonrisa. Es quechua, se casó jovencita, tiene varios hijos que están con su marido al otro lado del océano. Tuvo que despedirse de ellos con el corazón desgarrado y venir a miles de kilómetros a trabajar, a apuntarse a lo que fuera y mandar dinero para que sus hijos no lo pasen mal. Su hijo pequeño está enfermo y cada vez que recae, ella pierde por unos días su sonrisa porque no puede estar allí para abrazarlo. Sabe lo que es sufrir en silencio, ser humillada por jefes sinvergüenzas, y sobre todo sabe lo que es trabajar de sol a sol por cualquier dinero que le den.

Hoy al oír en el evangelio de las bienaventuranzas "dichosos los limpios de corazón porque ellos verán a Dios", le pedía al Padre una mirada como la de mi amiga boliviana y sobre todo una mirada como la de Jesús, sin juicios ni condenas, una mirada comprensiva y compasiva.
¿Cómo ver a Dios sin unos ojos limpios?

Danos Padre la mirada de Jesús. 




P.D.: Os dejo un enlace al encuentro europeo de esta navidad en Valencia. La fecha límite de inscripción es el 1 de diciembre.  http://www.taize.fr/es_rubrique2428.html