SOMOS



Cristianos.
Sólo eso.
Llamados por el Maestro a seguirle.
Desde distintas comunidades cristianas.
Son Iglesias hermanas.
Separadas por lo accesorio.
Y unidas en el centro, como radios de rueda confluyentes.
Unidas en Jesús, el Cristo.
Con la voluntad y la necesidad de encontrarnos en El.
Porque creemos que la gloria del Padre es que sus hijos estén unidos.
Sabemos que sólo El tiene el poder de juntarnos olvidando lo que nos separa.
En Taizé ha sido posible. Aquí, ¿por qué no?

Quienes se apunten a este camino,
quienes queráis regar esta semilla
...pasad y sentaos.




lunes, 31 de octubre de 2011

Oración 28Octubre

Alto nivel en lo que nos preparó Eleder este mes, con fotocopias a color y preciosos textos. Lo tenéis en el archivo de oraciones. Repetimos Evangelio: Jesús y la samaritana en el pozo.

Por mi parte, saqué poco jugo a la oración a cuenta de la guitarra (mi reconocimiento a las Martas de la historia).
Es curioso: en Taizé los cantos tenían algo mágico para mí; me ayudaban y me metían en la oración; aquí, sin embargo, últimamente me estorban. Quizá es porque no son como un fondo de voces constante que te envuelve suavemente, como mantras que te hacen conectar con tu Dios. Aquí, puede que porque somos pocos, se me presentan como algo obligado a lo que hay que incorporarse, con letra muy conocida, y quizá con volumen algo elevado. En fin, son sensaciones. Igual el próximo día podemos probar otras fórmulas.

Me enfrento a un espacio en blanco para comentar el encuentro del viernes. Hoy no estoy inspirado y no puedo retrasar más esta página. Me gustaría tener el carisma de personas a las que tras leer, sientes como si hubieses respirado aire fresco y como si hubieses entendido por fin el evangelio como una buena noticia. Eso es lo que me sucede al leer a Dolores Aleixandre. Y como me acordaba de un texto en el que habla de la samaritana, pues lo voy a transcribir por si os ayuda lo mismo que a mí.

"La mujer llega al pozo ajena a lo que allí la espera y que nada, en la trivialidad de su vida cotidiana, hacía previsible: va por agua con el cántaro vacío para volverse con él lleno a su casa. No hay más expectativas, ni más planes, ni más deseos.
Pero lo imprevisible la está esperando junto aquel galileo sentado en el brocal del pozo que entabla conversación con ella sobre cosas banales, como para no asustarla: hablan de agua y de sed, de pozos y de viejas rencillas entre pueblos vecinos, cosas de todos los días. De pronto irrumpe el lenguaje de "las cosas de arriba": el don, un agua que se convierte en manantial vivo, la promesa de una sed calmada para siempre, un Dios en búsqueda, fuera de los espacios estrechos de templos o santuarios.
La mujer se defiende e intenta mantenerse en un nivel de trivial superficialidad, huyendo de la irrupción de lo de arriba en su vida. Pero al final de la escena el cántaro que era símbolo de la pequeña capacidad que está dispuesta a ofrecer, se queda olvidado junto al pozo, inútil ya a la hora de contener un agua viva.
Como en tantas otras ocasiones, el evangelio nos sitúa ante un Jesús imprevisible, capaz de vencer la estrechez de nuestras expectativas a la hora de recibirle. Los evangelistas se encargarán de poner de relieve esta presencia de los desmesurado e imprevisible que parece acompañar las actuaciones de Jesús, desbordando siempre lo que se esperaba de él: Ni los novios de Caná necesitaban tanto vino (Jn 26), ni los discípulos una pesca tan abundante que casi les revienta las redes (Lc 5,6); y para sostener las fuerzas de la gente que le había seguido al desierto bastaba un bocado de pan y pescado, no que sobraran doce cestos (Jn 6,13). El paralítico lo que quería era volver a andar, no esperaba volverse a casa libre de la carga de sus pecados, y Zaqueo, interesado solamente en ver el aspecto de Jesús, se le encontró metido en su casa y compartiendo su mesa (Lc 19); las mujeres sólo pretendían que alguien les descorriera la piedra del sepulcro para embalsamar un cadáver, pero se encontraron al Viviente saliéndoles al encuentro (Mt 28,1-10).
Siempre el mismo derroche por su parte, y siempre la misma resistencia por la nuestra a la hora de ser adentrados en lo imprevisible. Y eso ya desde que Sara se reía por lo bajo, escéptica y reticente ante una promesa que desbordaba por arriba sus previsiones. Invitados a la danza de lo imprevisible
Abandonad vuestra rigidez entre los brazos del Danzante, dejaos llevar por él más allá de vuestros calculados movimientos, nos diría la samaritana: no temáis la hondura de su pozo, ni el empuje irresistible del manantial que salta hasta la vida eterna. Olvidad vuestro pequeño cántaro, vuestro raquítico sistema de pesas y medidas.
Olvidaos de las pequeñas disputas en torno a montes y templos: ha llegado la hora de adorar en espíritu y en verdad y todos están llamados a hacerlo. No os quedéis únicamente en lo que ya sabéis de Jesús: recorred el proceso de intimidad al que también tenéis la dicha de estar invitados. Al principio yo no vi en él más que a un judío, pero él me fue conduciendo hasta descubrirle como Señor, Profeta, Mesías, como Aquel a quien siempre había estado esperando sin saberlo. Tened vosotros la osadía de nombrarle con nombres nuevos, con esos que no aparecerán nunca en los resecos manuales de vuestras estanterías.
Pero os lo aviso, estad prevenidos: él os puede estar esperando en cualquier lugar , en cualquier mediodía de vuestra vida cotidiana, precisamente cuando andabais enredados en pequeñas historias relacionales, en rencillas mutuas o en rancias ortodoxias en torno a rúbricas o privilegios. Si os detenéis a escucharle, estáis perdidos para siempre por que él al principio os pedirá algo sencillo: "dame de beber", "llama a tu marido"... , pero al final, volveréis a vuestra casa sin agua y sin cántaro, y con la sed, antes desconocida, de atraer hacia él a la ciudad entera. "


Decir algo después de esto es estropearlo. Pero como hoy voy de "prestao", terminaré con una canción de Glenda:

jueves, 6 de octubre de 2011

Curso 2011-2012

Reunidos el 30S una comisión de asiduos a los encuentros mensuales, repartimos fechas para preparar las oraciones:

28 de octubre→ Eleder
25 de noviembre→ Rubén
23 de diciembre→ Sarai
27 de enero→ Flora
24 de febrero→ María
30 de marzo→ Elena
Se dejan sin asignar las siguientes fechas (abril, mayo y junio) para dejar espacio a aquellos que se animen a lanzarse a la arena.

21 de abril→ "Encuentro de reconciliación. Taizè en Bilbao". Se propone esta jornada para divulgación de nuestro espacio de encuentro a todos los que quieran venir y ver lo que hacemos. Se insiste en que debe ser una jornada ecuménica como lo son nuestros encuentros, para lo cual se hará especial insistencia en que acudan múltiples confesiones.
Se concretará la idea más adelante.

Se tratan más temas como el de la música. Como Cinthia se ha marchado, sólo queda un guitarrista. Se pide colaboración de otras personas que sepan los cantos de Taizè para alternarse con Rubén, y así poder compartir responsabilidades que dispersan algo la mente de la oración. En ocasiones se podrá dejar que los cantos ya grabados se escuchen y se incorpore el que quiera a su repetición.

Se recalca la importancia de la tertulia espontánea tras la oración que aporta frescura, buen ambiente y fraternidad entre los asistentes, por lo que se pensará siempre en dejar un espacio para ella al preparar las oraciones. Se aprovechará entre otras cosas para que los nuevos se presenten y para avisos varios.

Este año el encuentro internacional de fin de año será en Berlín. Si alguien se anima que se ponga en contacto con María.

Así que, comenzamos curso!!, que el Señor nos acompañe hasta el final. El sigue construyendo con nuestras manos!!!