SOMOS



Cristianos.
Sólo eso.
Llamados por el Maestro a seguirle.
Desde distintas comunidades cristianas.
Son Iglesias hermanas.
Separadas por lo accesorio.
Y unidas en el centro, como radios de rueda confluyentes.
Unidas en Jesús, el Cristo.
Con la voluntad y la necesidad de encontrarnos en El.
Porque creemos que la gloria del Padre es que sus hijos estén unidos.
Sabemos que sólo El tiene el poder de juntarnos olvidando lo que nos separa.
En Taizé ha sido posible. Aquí, ¿por qué no?

Quienes se apunten a este camino,
quienes queráis regar esta semilla
...pasad y sentaos.




domingo, 28 de junio de 2015

Llega el veranito

Fin de curso. Último encuentro del grupo. Sólo teníamos palabras de agradecimiento en nuestras oraciones y comentarios para lo que cada mes hemos vivido allí. Y así lo expresamos muchos de nosotros.

María nos preparó la oración con el salmo 121 y la historia de Zaqueo como lecturas.
Se me ocurrían tres ideas con las cuales traté de "conectar" ayer.
Primera. Muchas cosas nos hacen pequeños de estatura y nos impiden ver a Jesús hoy. El trabajo es ir descubriendo cuáles son.
Segunda. Necesitamos árboles que nos ayuden a ver al Maestro de nuevo, instrumentos que nos hagan superar nuestra pequeña estatura. Estos encuentros al aire de Taizé son un árbol útil que nos eleva y nos hace recuperar el contacto con Jesús. Ojalá la Iglesia se preocupara más por facilitar medios diversos y actuales que hiciesen contagiar la fe a nuestros jóvenes o a tantos desencantados que, o se alejan progresivamente, o ya se les murió la fe de puro aburrimiento.
Tercera. Me preguntaba si cuando nos topamos con Jesús o nos llama, bajamos deprisa y le recibimos con alegría como Zaqueo. Acordaos también de los pastores en Belén que fueron corriendo al pesebre. Todos los que esperan una buena noticia, un Salvador que cambie sus vidas mortecinas, se apresuran a ese encuentro que les devuelva la Vida. ¿Es nuestro caso?

Pues ahí os dejo tres reflexiones para el fin de curso. Queda pendiente para otro día lo de dar la mitad de mis bienes a los pobres... Para no amargarnos el verano.

Luego estuvimos como siempre de tertulia un ratito. Nos visitaron personas nuevas que nos contaron cómo se enteraron de estos encuentros y su relación con Taizé. Bueno, lo que les dejamos ;)...Pero tranquilos, tenemos este veranito para hacernos un curso de autoayuda en la escucha aprovechando para practicar con las nuevas relaciones que surjan :)
Coincidíamos varios en la riqueza de que nuestros encuentros tienen mucha rotación, la gente va y viene, y el contar con historias distintas, oraciones o reflexiones nuevas, nos enriquece y nos "descentra" un poco, que siempre es tan necesario, porque nuestros propios discursos ya nos los conocemos.

Y acabamos con un picoteo fraterno de fin de curso que algunos generosamente aportaron . Genial.

OS dejo con una canción que puede expresar como se sentía Zaqueo o cualquiera de nosotros en algún momento.



¡Feliz verano! Os avisamos en septiembre de las nuevas fechas.

1 comentario:

Elena dijo...

Mientras estabais en la oración yo estaba cantando con el coro Gospel Bilbao en la sala BBK. La música Gospel, otra manera más de acercarnos al Dios de la esperanza, otro "árbol" que nos permite ver a Jesús desde la pequeñez de nuestra vida, otra manera de contagiar la alegría de las "Buenas Noticias". Nos vemos después del verano.
Felices vacaciones.