SOMOS



Cristianos.
Sólo eso.
Llamados por el Maestro a seguirle.
Desde distintas comunidades cristianas.
Son Iglesias hermanas.
Separadas por lo accesorio.
Y unidas en el centro, como radios de rueda confluyentes.
Unidas en Jesús, el Cristo.
Con la voluntad y la necesidad de encontrarnos en El.
Porque creemos que la gloria del Padre es que sus hijos estén unidos.
Sabemos que sólo El tiene el poder de juntarnos olvidando lo que nos separa.
En Taizé ha sido posible. Aquí, ¿por qué no?

Quienes se apunten a este camino,
quienes queráis regar esta semilla
...pasad y sentaos.




viernes, 29 de marzo de 2013

Viernes Santo

CRUCIFICADO CON LOS CRUCIFICADOS
 
 



 
 
                                  ANTE EL CRUCIFICADO    (JOSÉ ANTONIO PAGOLA)


 Detenido por las fuerzas de seguridad del Templo, Jesús no tiene ya duda alguna: el Padre no ha escuchado sus deseos de seguir viviendo; sus discípulos huyen buscando su propia seguridad. Está solo. Sus proyectos se desvanecen. Le espera la ejecución.

(...) Marcos recoge un grito dramático del crucificado: "¡Dios mío. Dios mío! ¿por qué me has abandonado?". Estas palabras pronunciadas en medio de la soledad y el abandono más total, son de una sinceridad abrumadora. Jesús siente que su Padre querido lo está abandonando. ¿Por qué? Jesús se queja de su silencio. ¿Dónde está? ¿Por qué se calla?

Este grito de Jesús, identificado con todas las víctimas de la historia, pidiendo a Dios alguna explicación a tanta injusticia, abandono y sufrimiento, queda en labios del crucificado reclamando una respuesta de Dios más allá de la muerte: Dios nuestro, ¿por qué nos abandonas? ¿no vas a responder nunca a los gritos y quejidos de los inocentes?

Lucas recoge una última palabra de Jesús. A pesar de su angustia mortal, Jesús mantiene hasta el final su confianza en el Padre. Sus palabras son ahora casi un susurro: "Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu". Nada ni nadie lo ha podido separar de él. El Padre ha estado animando con su espíritu toda su vida. Terminada su misión, Jesús lo deja todo en sus manos. El Padre romperá su silencio y lo resucitará.


 

lunes, 25 de marzo de 2013

Caminos a Jesús


Ha sido un intenso fin de semana desde el punto de vista espiritual. He participado cada día de un encuentro diferente, en ámbitos distintos, y por cada uno de ellos doy gracias a Dios.

  • El viernes, en el encuentro de Taizé, nos juntamos un día más unos cristianos que creemos en la unidad y en que podemos celebrar y orar juntos. Lo hicimos con una oración que nos preparó Elena, de la comunidad cristiana evangélica de Santutxu. Leímos el pasaje de Getsemaní y tras el silencio compartimos nuestra oración. El Señor nos sigue bendiciendo con nuevos hermanos, que se han unido este mes a nuestra oración.

  • El sábado compartí un via crucis intercultural. En cada estación, un grupo diferente preparó un paso de estación: grupos africanos, latinos,...todos fuimos haciendo el camino del Calvario con Jesús. Allí se oró y también se bailó y se cantó y la iglesia se llenó de colorido, de música y de alabanza. No os puedo describir la oración cantada del grupo africano, tan distinta a nuestros parámetros pero tan preciosa y llena.

  • El domingo asistimos a un bautismo de dos jóvenes en la Iglesia evangélica de Santutxu, un bautismo de inmersión, acabando con la Cena del Señor.

Tres encuentros distintos, con cristianos distintos, de razas distintas, incluso de confesiones diferentes y con formas de expresión, de oración y acentos distintos en la fe. Pero todos caminos a Jesús y al Dios de Jesús.

 
En cada comunidad cristiana sus miembros buscan la forma de ponerse en Su presencia, en un rango amplio que puede ir desde la contemplación monástica hasta la gestualidad carismática.
En el camino de Jesús pueden ir cambiando nuestras formas de expresión porque nos encontramos en puntos distintos del camino y porque nuestras necesidades son distintas.
Tuve años de abundante introspección y lectio divina y ahora, aun considerándola necesaria, he descubierto mi necesidad de la oración de adoración y alabanza, que me resitúa en claves de agradecimiento y no de petición.

Hace unos días asistí a una charla del sacerdote y teólogo Torres Queiruga, que, entre otras cosas, hablaba de la oración de petición. Os dejo un texto suyo sobre el tema (http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol51/202/202_Torres.pdf) que, a pesar de las críticas de la ortodoxia, nos hace madurar en la expresión de nuestra oración y en la visión que tenemos de Dios. Porque...dime cómo es tu oración y te diré cómo es el Dios en el que crees.



Nos llega la Pascua.
Hagamos silencio ante la cruz.

(Seguirá)