SOMOS



Cristianos.
Sólo eso.
Llamados por el Maestro a seguirle.
Desde distintas comunidades cristianas.
Son Iglesias hermanas.
Separadas por lo accesorio.
Y unidas en el centro, como radios de rueda confluyentes.
Unidas en Jesús, el Cristo.
Con la voluntad y la necesidad de encontrarnos en El.
Porque creemos que la gloria del Padre es que sus hijos estén unidos.
Sabemos que sólo El tiene el poder de juntarnos olvidando lo que nos separa.
En Taizé ha sido posible. Aquí, ¿por qué no?

Quienes se apunten a este camino,
quienes queráis regar esta semilla
...pasad y sentaos.




miércoles, 4 de abril de 2012

Reúne mis pensamientos en ti.

Sé que ando un poco tarde con esta nueva entrada pero no puedo escribir cuando mi cuerpo se declara en huelga. Al menos me respetó en la oración del viernes, que pude vivir con el grupo.
Antes de seguir vete al final de este texto. Encontrarás un video de youtube. Dale al play en el medio, sube de nuevo arriba y sigue leyendo.
No estuvimos muchos al principio pero, aunque un poco tarde, luego se sumaron caras nuevas de distintos países. ¡Qué bendición poder encontrarnos gente distinta, de sitios distintos, con tipos de espiritualidad diferente, pero todos hermanos en Jesús!
Elena nos preparó cantos y oración bajo el tema "Confiamos en Dios" y una de las canciones que escogió está indisolublemente unida a mi relación con Taizé: "Aber du weist den Weg für mich".
En setiembre de 2006 estuve una semana en aquel pueblito francés. Allí escuché por primera vez la canción y se quedó grabada en mi corazón porque reflejaba la oración que hice mía aquellos días. Su letra dice:

Dios reúne mis pensamientos en ti.
Junto a ti se encuentra la luz, tú no me olvidas.
Junto a ti esta el auxilio,
junto a ti se encuentra la paciencia.
No comprendo tus sendas,
pero tú conoces el camino que es el mío.
Está inspirada en una oración que el teólogo Dietrich Bonhoeffer escribió desde la cárcel.
Un tiempo después compuse una letra en español para esa preciosa canción, intentando respetar el pensamiento del autor:
Sólo quiero tu abrazo y que vivas en mí. Tú eres la luz en mi oscuridad. No entiendo tus sendas. No sé caminar. Pero sé que tú eres el camino que busco, la vida de verdad.

Tantas veces quisiera que mi mente sólo estuviese llena de El, que no se dispersase, que centrase mis pensamientos y mi corazón en su palabra y en su amor.
Sé que junto a El está la luz, el auxilio. Que cuando todo afuera está oscuro, si consigo no apartar mi mirada de sus ojos, puedo encontrar descanso y esperanza.
A menudo no entiendo sus sendas. Me hace caminar por las alturas y por senderos que parecen no tener ningún sentido, como queriendome decir que sólo tengo que fiarme, que en mi debilidad El es mi fuerza. Y que si le entrego mi confianza me conducirá por un camino que me hará feliz.

Aquellos días en Taizé sentí de verdad su abrazo. Fue tanta la luz que me llevé de aquella colina que marcó mi vida de fe durante un tiempo. Y aquella canción me ha acompañado desde entonces.

Hoy sigo caminando tras sus huellas, muchas veces a oscuras, pero confiando en encontrarle en mi camino para decirle: "quédate conmigo que anochece".

Y una voz parece escucharse dentro:  Yo no te olvido......Yo no te olvido....


2 comentarios:

Elena dijo...

Para mí también es especial esta canción, desde que estuve en Berlín. Visitamos un campo de concentración, y a mí me venía a la mente la imagen de Bonhoeffer, torturado, preso, sabiendo que iba a morir... y lo veía repitiendo una y otra vez estos versos que él mismo habia creado. Todo un ejemplo de fe, confianza y compromiso. Por cierto, dentro de unos días (creo que el 8) es el aniversario de su muerte.

Rubén dijo...

Gracias Elena por dejar tu comentario.
Hace falta fe sólida para rezar así estando preso o esperando la muerte. Hoy me acuerdo de Jesús en Getsemaní rezando lo mismo, no entendiendo el "caliz" pero aceptándolo, no entendiendo sus sendas pero confiando en el camino sembrado de amor del Padre.